
DE: SOCIEDAD ESPAÑOLA DE CIRUGÍA TORÁCICA-CARDIOVASCULAR (SECTCV) Y SOCIEDADES FILIALES
A: RESPONSABLES DE LAS ADMINISTRACIONES SANITARIAS PUBLICAS EN ESPAÑA
Madrid, 1 de Julio de 2019
ASUNTO: POSICIONAMIENTO DE LA SECTCV EN REFERENCIA A LA TÉCNICA TAVI EN ESPAÑA
La aparición de los procedimientos transcatéter para el tratamiento de las valvulopatías ha supuesto la consolidación del implante transcatéter de válvula aórtica (TAVI) como una opción más para llevar a cabo su abordaje. En los últimos meses la Sociedad Española de Cirugía Torácica-Cardiovascular (SECTCV) está recibiendo descalificaciones públicas en cuanto a su grado de capacitación profesional a la hora de realizar estos procedimientos. La Sección de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) publica en su web, en revista Cardiología, y mediante cartas a diferentes instancias de la administración pública sanitaria de Consejerías y hospitales de España “las técnicas transcatéter pasarían a ser realizadas también por operadores inexpertos y sin formación” en referencia a cirujanos cardiovasculares. Esta opinión, contraria a la seguridad del paciente y a la eficacia clínica es ofensiva y falsa, partidista por utilizar una estrategia de desprestigio hacia nuestro colectivo de cirujanos cardiovasculares españoles, en aras de intentar acaparar áreas de competencias sobre las cuales les es muy difícil demostrar su mayor capacitación.
Ante esta situación la SECTCV quiere dejar constancia de:
El cirujano cardiovascular, es el profesional médico más cualificado para el tratamiento integral de la valvulopatía aórtica.
La Cirugía Cardiovascular es una especialidad médica que se ocupa de la prevención, estudio y tratamiento de las enfermedades del corazón, pericardio, grandes vasos y sistema vascular periférico. Dentro de su ámbito de formación y acción se encuentra el tratamiento de las valvulopatías, destacando entre ellas, por su prevalencia e importancia, las afecciones de la válvula aórtica y la válvula mitral. La tecnología y los avances técnicos en biomedicina han permitido al cirujano cardiovascular llevar a cabo el tratamiento de las valvulopatías mediante diferentes técnicas: técnicas mini-invasivas, asistencia robotizada. El tratamiento de la estenosis aórtica severa requiere conocimientos anatómicos, fisiológicos, patológicos y técnicos de alta especialización. Todos estos aspectos convergen en el cirujano cardiovascular, siendo el profesional de la medicina más cualificado para el tratamiento integral de la valvulopatía aórtica.
El conocimiento, competencia y capacidad para elegir la técnica más coste-efectiva y segura para el paciente lo integra el cirujano cardiovascular.
El cirujano es el médico que mejor puede ponderar la necesidad del procedimiento alternativo TAVI en virtud del riesgo quirúrgico que conlleva el paciente. Este hecho queda además soportado por una realidad incuestionable: el cirujano cardiovascular y su equipo de enfermería, perfusionistas y anestesiología especializada son los únicos profesionales de un hospital de tercer nivel, con cirugía cardiaca, capaz de asistir cualquier complicación o resultado subóptimo de todas y cada una de las posibles técnicas que se utilizan en la actualidad para el tratamiento de la estenosis aórtica o de cualquier otra valvulopatía.
La formación y capacidad de los cirujanos cardiovasculares para llevar a cabo un abordaje transfemoral o por cualquier otro acceso vascular de la TAVI es un hecho cierto y evidente.
La formación MIR de Cirugía Cardiovascular en España confiere competencias en patología vascular y en el tratamiento quirúrgico de la válvula aórtica, incluyendo técnicas transcatéter y todas las complicaciones derivadas de las mismas. En el programa de la especialidad de cirugía cardiovascular, y no en el de la especialidad de Cardiología, casi todas estas destrezas necesarias para un TAVI son adquiridas desde los primeros años de especialidad, ya que el abordaje de toda la patología vascular es inherente al cirujano cardiovascular como su propio nombre indica. Técnicas de canulación periféricas que implican el dominio de la disección o canalización de cualquier arteria periférica, como la arteria femoral, subclavia o carótida; Los sistemas de asistencia ventricular (ECMO), el implante de marcapasos o desfibriladores, colocación de balones de contrapulsación intraaórticos, o el implante transcatéter de endoprótesis torácicas o abdominales, son claros ejemplos competenciales del ámbito de nuestra especialidad, y bastante más especifica que la de cardiología. Por ello, la formación y capacidad de los cirujanos cardiovasculares para llevar a cabo un abordaje transfemoral o por cualquier otro acceso vascular de la TAVI es un hecho cierto y evidente. El manejo de la arteria femoral, la navegación por el árbol vascular, y la liberación de dispositivos en el corazón son técnicas que deben realizarse por un cirujano cardiovascular.
Los cirujanos cardiovasculares, cuentan siempre con la posibilidad del rescate y tratamiento quirúrgico de cualquier complicación o resultado inaceptable que acontezca durante el procedimiento TAVI.
Las especialidades médicas, entre ellas la cardiología y la cirugía cardiovascular, han experimentado una notable inmersión tecnológica que ha favorecido el progreso de la medicina. Esto ha generado en las especialidades médicas, como la cardiología, el surgimiento de los denominados “operadores”, término acuñado para conferir cierta legitimidad a especialistas que NO SON CIRUJANOS y que sin embargo tratan a los pacientes mediante instrumentos manuales. Un claro ejemplo de ello es el abordaje TAVI. Así, de todos los potenciales tratamientos de la estenosis aórtica, un cardiólogo hemodinamista con la formación adecuada (una minoría de ellos) puede llevar a cabo una técnica concreta y solamente percutánea sin tener posibilidad de realizar ninguna otra, ni de resolver las potenciales complicaciones mortales derivadas de la técnica que realiza. Es esencial entender que los cirujanos cardiovasculares, cuentan siempre con la posibilidad del rescate y tratamiento quirúrgico de cualquier complicación o resultado inaceptable que acontezca. Y esto toma especial relevancia en los momentos actuales en los que se pretende liberalizar la indicación TAVI para el paciente de riesgo quirúrgico intermedio o bajo.
La recomendación de la SECTCV en el procedimiento TAVI sigue el del trabajo conjunto de equipos multidisciplinares sinérgicos y complementarios, tal como sucede en la mayoría de países.
La innovación tecnológica y la formación superespecializada nos permite la composición de equipos multidisciplinares sinérgicos y complementarios (heart-team). En nuestro caso, cardiólogos y cirujanos cardiovasculares debemos trabajar juntos en el abordaje integral de la valvulopatía aórtica, y así lo lleva manifestando y recomendando la SECTCV en los últimos años. Estos equipos multidisciplinares, al igual que ocurre en la mayor parte de los países de nuestro medio (Alemania, Holanda, Estados Unidos, Australia, Polonia, Francia, etc.) deben decidir el tratamiento más apropiado para los pacientes, y participar de forma conjunta tanto en el diagnóstico como en los procedimientos de implante y de resolución de complicaciones. Y así lo establecen las más recientes recomendaciones societarias americanas, 2018 AATS/ACC/SCAI/STS publicadas en enero 2019. Y en breve nos llegarán las recomendaciones de las sociedades europeas en la misma línea, reafirmando nuestra posición societaria y dejando en clara evidencia la actual estrategia de la Sección de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista de la SEC.
La decisión de tratamiento TAVI unilateral por los Servicios de Cardiología sin el apoyo de cirugía cardiovascular, aún en centros con cirugía cardiovascular, reduce considerablemente la seguridad de los pacientes y la eficacia de los procedimientos. Las complicaciones de los implantes TAVI son score- independientes y, por lo tanto, poco predecibles y de un elevado coste. El trabajo conjunto entre especialidades tanto en la decisión como la ejecución permite alcanzar la excelencia asistencial con niveles adecuados de seguridad para el paciente y de eficacia terapéutica.
La opción más válida, segura y eficaz para los pacientes afectados de valvulopatía aórtica severa que precisan del tratamiento TAVI es la realizada por los servicios de cirugía cardiovascular.
La negativa a este trabajo conjunto en una buena parte de centros cardiológicos de nuestro país, nos hace recomendar a nuestros pacientes afectados de valvulopatía aórtica severa, que la opción más válida , segura y eficaz para ellos, sea la realizada por los servicios de cirugía cardiovascular, ya sean técnicas convencionales, mini-invasivas, o TAVI, y por cualquier vía, ya que somos los especialistas más formados, capacitados y experimentados para seleccionar la vía de acceso más adecuada y realizar todas y cada una de ellas.
Los procedimientos TAVI únicamente deberían de ser realizados con y por cirujanos cardiovasculares, conjuntamente (Heart-Team), pero nunca de forma aislada por cardiólogos operadores.
El desarrollo de estas técnicas en centros con o sin cirugía cardiovascular y sin el concurso de un verdadero equipo (Heart-Team), en paciente de riesgo intermedio y bajo, es una temeridad, que podría estar vulnerando los derechos más elementales de los ciudadanos que padezcan esta patología valvular, y que se fundamentan exclusivamente en deseos inaceptables e inicuos de desarrollo profesional de una parte de la cardiología española.
Incluso para pacientes de alto riesgo en centros sin cirugía cardiovascular el TAVI representa un acto, abierto al mal uso de los recursos económicos, ya que no cabe plantear en la actual coyuntura asistencial sanitaria, basada en objetivos de máxima eficiencia, ningún procedimiento médico- quirúrgico de alto coste económico, sin tener en consideración asistir quirúrgicamente cualquiera de las posibles complicaciones graves solucionables, que suceden durante los mismos.
Los procedimientos TAVI con inobservancia de las guías y recomendaciones internacionalmente aceptadas y basadas en la evidencia y la composición de un equipo multidisciplinar de trabajo, por igual en todas las fases del proceso, será responsabilidad de las Administraciones Sanitarias que lo permitan, principalmente ahora que los pacientes de riesgo bajo e intermedio pudieran ser tratados mediante TAVI, sin seguridad, en centros donde no exista o pueda ser atendido por un equipo de cirugía cardiovascular en caso de complicación vital o resultado inaceptable.
La SECTCV, así como sus sociedades científicas filiales en España, como colectivo médico especializado y como profesionales del corazón, ponen en conocimiento de los responsables de la Sanidad Pública en España, en Consejerías y Gerencias/Direcciones Hospitalarias, que se vienen incumpliendo sistemáticamente en nuestro país dichas guías de práctica clínica internacionales, documentos de consenso y los importantes preceptos legales de trabajo en equipo en los procedimientos TAVI.
La SECTCV advierte de las potenciales consecuencias jurídicas y sociopolíticas, que se deriven tanto de los deficientes resultados futuros como del impacto que esta falta de cumplimiento normativo transcienda del ámbito médico a la población general.
Atentamente,
Dr. Fernando Hornero Presidente de la SECTCV |
Dr. José Miguel Barquero Vicepresidente de la SECTCV |
Dr. José Cuenca Presidente de la Fundación Cirugía y Corazón |
Dra. Tomasa Centella Vicepresidenta de la Fundación Cirugía y Corazón |
Dra. Vivian Legname Presidenta de la Sociedad Catalana Cirugía Cardiaca |
Dr. Bernat Romero Vicepresidente de la Sociedad Catalana Cirugía Cardiaca |
Dr. Carlos Porras Presidente de la Sociedad Andaluza Cirugía Cardiovascular |
Dr. José Manuel Garrido Vicepresidente de la Sociedad Andaluza Cirugía Cardiovascular |
Enlace al documento oficial: POSICIONAMIENTO SECTCV TAVI ADM PUBLICA