Riesgos y complicaciones de los implantes aórticos transcatéter
Toda técnica quirúrgica o invasiva, y el TAVI lo es, conlleva una serie de riesgos o potenciales complicaciones.
¿Por qué se realiza la técnica, si tiene riesgo?
A pesar de conllevar cierto riesgo, cuando se opta por una técnica en concreto es porque el riesgo asociado a ella es inferior al de otras técnicas y al de la propia enfermedad, en este caso la estenosis aórtica, cuya evolución, sin un tratamiento adecuado, es muy desfavorable. Sin embargo, incluso asumiendo que los riesgos son menores que los beneficios, el manejo adecuado y precoz de las complicaciones que pueden presentarse es fundamental para que su impacto sea el menor posible.
¿Qué complicaciones pueden aparecer durante o después de esta técnica?
Todo paciente al que se realice un procedimiento de este tipo será informado con detalle de las posibles complicaciones o situaciones adversas, mediante el documento llamado “hoja de consentimiento informado”. Aunque todas ellas son poco frecuentes, debe tenerse en cuenta que podrían presentarse, entre otras, las siguientes complicaciones:
Necesidad de implantación de un marcapasos
Anatómicamente, muy cerca de la válvula aórtica de halla un segmento del tejido de conducción, por lo que el mismo tratamiento de la estenosis aórtica puede derivar en un bloqueo auriculoventricular que precise la implantación de un marcapasos definitivo.

Complicaciones neurológicas
Las arterias por las que se introduce este tipo de prótesis, así como la propia válvula aórtica, pueden liberar al torrente sanguíneo fragmentos de calcio durante el procedimiento, cuyo efecto sería, en los casos más desfavorables, un problema neurológico, en caso de dirigirse al sistema nervioso central.
Alteraciones en la función de la válvula implantada
En ocasiones, una anatomía compleja o las propias condiciones de la válvula aórtica pueden dificultar la función correcta del implante TAVI, por lo que puede ser necesario recolocar dicha prótesis o, en casos menos frecuentes, reconvertir el procedimiento a una técnica de sustitución valvular convencional (cirugía abierta, con circulación extracorpórea).
Hemorragia
Con menos frecuencia aún, alguna de las arterias empleadas, la aorta o incluso el corazón pueden presentar algún tipo de sangrado. En ocasiones extremas, puede ser precisa una intervención quirúrgica para tratar este problema.
Lo más importante…
Teniendo en cuenta algunos de los problemas mencionados, es importante recalcar la necesidad de que estos procedimientos se realicen en centros donde los equipos responsables tengan capacidad de manejar estas situaciones, lo cual minimiza su impacto.