Como toda técnica quirúrgica, la inserción de una válvula TAVI tiene ventajas e inconvenientes. En este artículo trataremos las ventajas de esta técnica.
La válvula aórtica es una de las 4 válvulas que se encuentran en el corazón (concretamente, a la salida del ventrículo izquierdo, entre esta y el resto de la circulación – ver: ¿Qué es la estenosis aórtica?) y su mal funcionamiento es uno de los motivos más frecuentes que necesitan tratamiento, siendo el único tratamiento curativo su sustitución por una nueva prótesis o válvula artificial.
La válvula TAVI se utiliza para el tratamiento curativo de la enfermedad valvular aórtica, sobre todo la estenosis valvular aórtica.
La válvula TAVI o técnica TAVI consiste en la colocación de una prótesis o válvula transcatéter en la válvula aórtica, es decir, de forma percutánea a través de una arteria del cuerpo, pudiendo ser en la pierna (vía femoral), en el cuello (vía carotídea), debajo de la clavícula (vía subclavia) o, menos frecuentemente, por la punta del corazón (vía transapical).
A través de esta arteria se llega al corazón y se usa un catéter donde está plegada la prótesis. Ésta es una de las grandes ventajas de la TAVI, porque al ser una técnica percutánea y a través de un catéter, no es necesario abrir el esternón por completo para llegar al corazón, como se hace en la cirugía cardíaca tradicional.
Además, la nueva válvula plegada en el catéter se despliega cuando se halla en la posición de la válvula aórtica, confirmándose mediante visión con radioscopia (Rayos X) y/o ecografía del corazón, sin necesidad de quitar la válvula aórtica propia del paciente.

Por esto, como no hay que quitar la válvula aórtica enferma del paciente, no se tiene que abrir la aorta para llegar a ella, como ocurre en la cirugía cardíaca tradicional, por lo que no hay que provocar una parada en el corazón y conectar el cuerpo del paciente a la máquina de circulación extracorpórea o máquina corazón-pulmón. Esta parada y conexión a la máquina corazón-pulmón puede tener varios efectos secundarios después de la cirugía, sobre todo neurológicos y de sangrado excesivo.
Resumiendo, las grandes ventajas de la válvula TAVI, a diferencia de la cirugía tradicional, es que se coloca a través de un catéter por una arteria del cuerpo, por lo que no hay que abrir el esternón por completo, y no necesita que se quite la válvula aórtica del enfermo, por lo que es un procedimiento que se realiza con el corazón latiendo y sin conectar a la máquina corazón-pulmón, con los posibles efectos que esta conexión pueda tener.
También, como es una técnica menos agresiva que la cirugía tradicional se puede realizar con el paciente despierto con o sin apoyo respiratorio, sin necesidad de intubación y conexión a un respirador, con anestesia local y/o con sedación general, sin administrar anestesia general, si se considera oportuno.
Por otro lado, si se emplea anestesia general y se intuba al paciente, a la mayoría se les puede despertar en el mismo quirófano. Además, al ser un procedimiento menos agresivo, la recuperación es más fácil y en general los pacientes pueden ser dados de alta de las unidades de cuidados críticos y del hospital de forma rápida.
Otra de las ventajas de la válvula TAVI es que no sólo se puede utilizar para curar la válvula aórtica enferma propia del paciente, sino que también se puede colocar esta prótesis en casi todos los pacientes operados de la válvula aórtica previamente, en los que se colocaron una válvula protésica de tipo biológica, no mecánica, evitando así una nueva reoperación con cirugía abierta tradicional. (Ver: el artículo: Válvulas biológicas y válvulas mecánicas)
En los comienzos de esta técnica sólo se utilizaba en pacientes llamados “inoperables”, por su altísimo riesgo para una cirugía abierta. Se empleaba casi como último recurso, ya que se trataba de casos en los que la cirugía no podía asumirse, pero la opción de no operar conllevaba una mortalidad también muy elevada.
Posteriormente, la válvula TAVI fue demostrando buenos resultados y empezó a emplearse también en pacientes de alto riesgo quirúrgico para la cirugía tradicional. Hoy en día la técnica TAVI está recomendada en pacientes de riesgo quirúrgico moderado y bajo, aunque sabiendo que no es un procedimiento ideal para todos los pacientes en general, sino que hay que estudiar bien a los enfermos e individualizar cada caso para ver quién se beneficia o no de una cirugía abierta y de una técnica TAVI.
Así, es importante tener en cuenta que esta técnica no es mejor ni peor que la cirugía convencional (apertura del esternón y cirugía “a corazón abierto”), sino que cada paciente, por su situación y características, se beneficiará más de una u otra.
Estas decisiones sobre qué es lo mejor para cada paciente, de forma individual, se deben tomar en reuniones del llamado Heart Team, en el que se incluyen cirujanos cardiovasculares, cardiólogos clínicos, hemodinamistas e intensivistas. Esto es así porque la técnica TAVI tiene sus riesgos propios (ver: Riesgos de la técnica TAVI).
Por ellos, es importante que esta técnica se utilice en los pacientes en los que realmente tenga un beneficio justificado y en centros donde haya un Servicio de Cirugía Cardiovascular disponible o que sean realizados por los propios cirujanos cardiovasculares, ya que son estos últimos los que, ante una complicación, tienen más posibilidades de resolver el problema o, en algunos casos extremos de riesgo vital, reconvertir el procedimiento hacia la técnica convencional de sustitución valvular aórtica.